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sábado, 14 de mayo de 2011

Las otras figuritas de Fierro (2): "Platos Voladores al Ataque!! ", de Oesterheld y Breccia / Argumento y dibujos

Platos Voladores al Ataque!!

Argumento:

“_¡Un plato volador,Roberto! ¡Pará el auto que quiero sacarle una foto! _¡No puedo parar, Susana!¡El coche va cada vez más ligero! Roberto Casas hace un último, desesperado intento de frenar, pero el coche, dominado por un haz que irradia el plato volador, acelera aún más. Ya van a más de trescientos kilómetros por hora. “_¡La curva,Roberto! ¡Socorro! Fuera de control, el vehículo se estrella. Con un ligero silbido, el plato volador desciende junto a los restos del vehículo.”

Así, dramáticamente, con emoción y suspenso que no decrecerán a lo largo de cien entregas sucesivas, nos vamos a ir metiendo en la historia de la invasión de los plutonios, ávidos de corazones humanos que, injertados en ellos, les den la inmortalidad. En un juego constante que alterna esperanza-desesperanza, el autor nos narra la mejor de las historias: la del hombre común (uno como todos) y en grupo (son cinco chicos los que finalmente salvarán a la Tierra). Hay un marcado interés en contar la aventura desde Buenos Aires, aunque la invasión afecta a todo el planeta: la heroica defensa de los cuarteles de Palermo, la desaparición de la Plaza de Mayo por un terremoto provocado; la aparición de Bocha, un chico común que salvará al maestro de escuela Mario Vélez de morir a manos de los saturninos. Porque los saturninos mismos –una raza en principio aliada a la Tierra en su lucha contra Plutón- muestran pronto sus verdaderas intenciones: la destrucción de la Tierra. Así, los seres humanos luchando contra todos, cifran sus esperanzas en una pequeña nave que parte desde Bahía Blanca, con cinco chicos tripulantes y una carga pesada, el Supermotor creado por el doctor Lanús, un sabio del lugar, amigo del maestro Vélez. Finalmente, en una gran humorada oesterheliana, los saturninos usan su arma más terrible: el anillo que circunda su planeta es cortado y la parte más externa trasladada a la Tierra por poderosas naves de empuje. Una vez colocado en ella, con ánimo de topadora, arrasan con todo...Y cuando todo hace prever la destrucción y el anillo en su avance llega casi a Buenos Aires, los chicos ponen en marcha en Saturno el Supermotor y lanzan al planeta contra Plutón:
“Ya antes de chocarse, los dos planetas se resquebrajan, se desintegran, llameantes fragmentos parecen perseguirse en ciego, vertiginoso torbellino de fuego .Desde muy lejos, Bocha y sus compañeros contemplan el cataclismo”.
Al instante “los cigarros”, naves saturninas que estaban en la Tierra, se detienen, lo mismo que el anillo, ya que dependía “de la energía mental de Uaur, el emperador. Apenas la muerte apagó el cerebro del emperador de Saturno, el anillo se desintegró, se hizo polvo.”
Buenos Aires se ha salvado. El mundo, aunque destruido, vive. Los chicos argentinos son aclamados al regresar y comienza la reconstrucción del planeta, con un nuevo orden mundial: la Argentina queda en situación privilegiada.

Cómo las hicieron / Datos complementarios:
Estas figuritas de 6 cm. por 9 cm.,100 en total, venían de a dos por paquete, junto a otras dos que traían futbolistas: una redonda (clásica) y la otra muy grande y rectangular, impresa en unos cartones gruesísimos de 13,5 x7,5cm. Esta colección apareció para su venta en el año 1971, pero parece haber sido escrita y dbujada hacia 1969, según dichos del propio Breccia. El álbum se llamaba: “Super Futbol”, y traía el subtítulo: “con Supertarjetones” y parece un subtítulo escrito por el mismísimo Oesterheld se diría. Lo cierto, lo que se sabe, es que estaban hechas a pedido (como tantos trabajos que dignamente encaraba, junto a Breccia) por “un imprentero que vivía por la zona de Constitución”, según explicó Alberto Breccia a la gente de la revista Fierro, en ocasión de presentarles, quien esto escribe, una nota sobre estas figuritas (que apareciera en Fierro Nº 33, de Mayo de 1987).El pedido parece claramente inspirado por otras figuritas que habían circulado un lustro antes, más o menos, y que venían “de afuera”. Figuritas estas que dejaron marca en la memoria de los pibes de entonces y que se llamaban: “Marte Ataca”. Nada menos que ellas. Con todo, como siempre, Héctor Germán Oesterheld se las arregló para meter en las figuritas más del Eternauta que de la loca destrucción de aquellas. Pero no la evitó: hay edificios destruidos, animales (y personas también) que crecen como gigantes, batallas aéreas, terrestres, animales prehistóricos revividos, rayos y lanzarrayos, raptos de humanos por extraterrestres, muertes inútiles y muertes heroicas, el consabido sacrificio por los demás tanto como la muerte absurda de los integrantes de un plato volador plutonio bajo las lanzas de unos aborígenes africanos. HGO al 100 %, por supuesto sin descuidar el humor y el absurdo.

El Humor y el absurdo en su Obra.
Como el episodio del caracol de un jardín común que, afectado por el Rayo del Tamaño crece hasta ser alto como un edificio de varios pisos. Hasta que una señora tiene "una idea salvadora”: al verlo llegar le tira un paquete de veneno contra las babosas. El caracol, por supuesto se muere.Veamos un fragmento del texto de éstas dos figuritas, teniendo en cuenta la situación: un plato volador irradia “el Rayo de Tamaño”, este afecta entre otros a un simple caracol del jardín de una casa de San Isidro, y crece: “El Supercaracol invade el terreno vecino, su “casa” es tan alta como un edificio de seis pisos...¡Y sigue creciendo!” Como monstruo de filme japonés o Gurbo del Eternauta, avanza por la ciudad destruyendo todo a su andar: “Y sigue creciendo mientras avanza, ya la avenida le queda chica, ya arrasa manzanas enteras en su avance incontenible.Hasta que una mujer, viendo venir la mole hasta su casa, tiene una idea salvadora. Con certera puntería le lanza a la cabeza un paquete entero de veneno contra las babosas.” La desmesura de esta acción termina relatada gravemente por HGO: “El Supercaracol se detiene, se retuerce, segrega una enorme cantidad de líquido vizcoso, cae por fin a un lado, está muerto.” (De: Platos Voladores al Ataque!!,figuritas Nº50 : “El monstruo del Jardín” y Nº 51: “Supercaracol avanzando”). La misma gravedad con que comienza un relato, a la inversa del ejemplo anterior, termina en disparate, como podemos leer en la figurita Nº 77: “Locura de los Plutonios”: “Pero ahora sí los Saturninos se emplean a fondo: velocísimos “cigarros” fumigan el aire con el Gas de la Locura, un gas que enloquece a cuanto Plutonio toca. Contra los seres humanos no tiene efecto alguno. Los millones de guerreros plutonios, enloquecidos por el gas, se ponen a bailar y a gritar y a hacer cabriolas, sólo los detiene la muerte por agotamiento”. Siempre se puede escribir sólo para ganar un dinero. Oesterheld, entretanto, podía también -seguramente- reirse en solitario (solo él con su papel y su lápiz) con lo que hacía,tal vez imaginando la carita de esos niños que leerían sus figuritas con alegría y, años más tarde, con reverente convicción.

Felipe R. Ávila

Próxima nota (17/05/2011): "Pablo Pereyra: el diseñador de las revistas de Oesterheld" / Análisis a fondo de la tarea de este maestro de dibujantes en su rol de diseñador y el recuerdo para la entrevista que le realizara la revista Dibujantes en el año 1981.

3 comentarios:

  1. Increíble. Qué historia. La de HGO y la tuya (o nuestra) re-descubriendo a HGO después de tantos años.

    Una duda. Yo tenía entre mis más preciadas pertenencias (esas que luego se pierden para siempre, salvo en el recuerdo) un "tarjetón" de mi ídolo de entonces, el "Tano" Roma.

    No quiero ni pensar que esta "Fichu" perteneciera a esta colección.

    Recuerdo que estaba recio, acuclillado (creo) con su clásica polera negra (de esto estoy seguro)

    Me acompañaba en el bolsillo del "lompa" a dónde quiera que fuese.

    Como diría HGO al final del Eternauta: ¿Será posible?

    Un abrazo y gracias por traer estos recuerdos.

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  2. Si, era de esa colección, cuando nos veamos te paso las que tengo.
    La del arquero Roma creo que no la tengo, la de Hugo Gatti sí.La de Veira y la de Monzón también.Y los equipos completos.Tiene que ser de esa colección porque no recuerdo otra similar, con cartones muy gruesos,impresos de un lado con la foto y del otro con los datos.

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  3. Mirá vos...
    La del Tano Roma...
    Lo que daría para tener esa...

    Gatti en esa época atajaba para River... por lo que me parece que no me gusta...jaja

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