“Examinemos el concepto fetiche de “Industria
Cultural”.Nada tan dispar a la idea de Cultura (que implica un sutil y especial
contacto de almas) como la industria (que evoca montajes, reproducción en
serie, circulación extensa y comercio de objetos convertidos en mercancía). Evidentemente,
el miniaturista medieval que confeccionaba las imágenes del libro de horas para
su cliente se hallaba inmerso en una relación artesana: cada imagen si por un
lado remitía a un código de creencias y convicciones, por otro iba dirigida al
destinatario único, estableciendo con él una relación precisa. Pero en cuanto
surge la posibilidad de imprimir xilográficamente páginas de una biblia
reproducibles en varios ejemplares, se produce un hecho nuevo. Una biblia que se
reproduce en varias copias cuesta menos y puede llegar a más personas. ¿Una biblia
que se vende a más personas no será acaso una biblia menor? Y entonces se
llamará biblia pauperum. Por otra
parte, el factor externo (capacidad de difusión y precio) influye también sobre
la naturaleza del producto: el dibujo se adaptará a la comprensión de un
público más vasto pero menos ilustrado.¿No será más apropiado unir el dibujo al
texto con un juego de compaginación que nos recuerda al comic? La biblia pauperum comienza a sujetarse a
una condición que alguien siglos después, atribuirá a los modernos medios de
masa: la adecuación del gusto, y del lenguaje, a la capacidad receptiva media.
Después Gutenberg inventa
los caracteres móviles, y nace el libro. Un objeto de serie que debe uniformar
el propio lenguaje a las posibilidades receptivas de un público alfabetizado
que (merced precisamente al libro y cada día en mayor medida) es más vasto que
el del manuscrito. Y no sólo esto: el libro, al crear un público, produce
lectores que, a su vez, van a condicionarlo”.
Umberto Eco.
De: “Apocalípticos
e Integrados”, Sudamericana, edición del 2013.
Umberto Eco(1932, Alessandria,Piamonte,Italia)Titular de Semiótica en la Universidad de Bolonia, y director de la Escuela Superior de Estudios Humanísticos de esa institución, ha sido catedrático en Turín, Florencia y Milán,y dado charlas en numerosos países.Escritor, ensayista, semiólogo, ha publicado ensayos, artículos periodísticos y desde 1980 con la laureada "El Nombre de la rosa" también ficciones.Su última gran obra es "El cementerio de Praga" (2010).
Estás haciendo un trabajo muy importante!!!!Martha
ResponderEliminarQuerida Martha, gracias por el apoyo constante!
EliminarTengo en carpeta para más adelante toda la información e imágenes que me pasaste solidariamente sobre esos dibujantes olvidados.
Te mando un beso!
Acabo de leer A&I, como me gusta mucho lo que escribe Eco me mandé a comprar la colección de la Nación de los sábados.
ResponderEliminarMuy buen extracto, Felipe!
Abrazo
Gracias Oso! Precisamente este fragmento esta tomado de la última edición, la que se vende en kioskos editada por La Nación.
EliminarTe mando un gran abrazo!