"Ya sobrará el tiempo, la eternidad toda para dormir...Y a propósito... ¡Qué extraño que seas tú precisamente, Dieneces, quien vele, mientras todos los demás duermen...debería ser al revés..."
(De: La Batalla de las Termópilas", último episodio de la serie publicado, existe otro que no se llegó a dibujar).
"Mort Cinder y El Resurrector".
(Ensayo corto en cinco partes).
Introducción: se intenta en este trabajo una mirada
distinta hacia un personaje popular de historietas,
cuya característica original es la imposibilidad de dejar de morir y resucitar.
1) La Obra.
En 1962 Héctor Oesterheld y Alberto Breccia crearon más por necesidad y urgencia (económica) que por un impulso vital, una Obra de Arte. Y lo hicieron con el formato de una historieta.Pero se salieron de los moldes. Esta Obra se llamó Mort Cinder, y hoy en día se la reconoce como una de las posiblemente diez mejores de la historia del género.
Se ha escrito mucho sobre ella, pero el detalle más evidente a veces es el menos visible. Mort Cinder no es un inmortal como se ha dicho. Precisamente es todo lo contrario. Es un hombre que muere, que no deja de morir (y le trastorna, duele y modifica, cada muerte), y que no puede dejar de sufrirlo. Mort Cinder es alguien que ha perdido la condición que limita al hombre: la posibilidad de acabar un día. Pero no es inmortal, aunque perdure. Mort, muere. Cada una de sus resurrecciones, penosas, lo ubica en otra instancia del discurrir del tiempo y del espacio terrestre. Y Mort sirve de excusa a Oesterheld para narrar su original versión de los hechos históricos o míticos tanto como de otros absolutamente ficcionales. Lo que no le quita valor a ninguno de ellos: en cada uno HGO descolla, se maneja con precisión, nos enlaza a cada una de las circunstancias de tan variados personajes. Con cada nuevo capítulo nos ahorra el dolor del personaje, y pasa a ser directamente la situación del narrador y del que escucha lo más frecuente. Esto es: Mort le cuenta algo a Ezra, algo que vivió. Va directo al grano: el hecho tal cual le sucedió al personaje. A veces la fórmula varía levemente: el narrador Mort y el escucha Ezra “van” a ese momento de la historia como si se pudiera a voluntad – la de Mort, claro- llegar a ese tiempo y lugar. Ezra narra en ocasiones y su voz transmite al lector las dudas necesarias para el desarrollo moroso del relato, hasta la expectativa colmada – y a veces sorpresiva, no siempre -, del final de cada historia. En este sentido, es interesante la perspectiva observada por Mariano Chinelli sobre el posible origen de tan variados recorridos por el tiempo y el espacio. Mort Cinder es a su modo, el mismo Eternauta, que observa y/o interactúa con distintos personajes en muchas épocas históricas. Para el caso citado por Chinelli, podemos tomar como ejemplo a las clarísimas e indiscutidas historias pertenecientes a la saga eternáutica de Hiroshima y Pompeya. Esas que muestran a Juan Salvo como el espectador de esos acontecimientos. Es interesante esta visión de Chinelli, que él mismo está desarrollando al momento de escribir esto (nota de Rebrote: esta nota fue escrita y publicada en octubre de 2004): Juan Salvo no tenía por entonces un sitio para contarnos sus viajes espacio-temporales, sus angustiosas peripecias y desventuras, en la cuales se aventurara gritando los nombres de su esposa e hija desaparecidas. Por lo tanto, siempre siguiendo a Chinelli, las historias que hoy conocemos como de Mort Cinder bien podrían haberse pensado originalmente para que las viviera el Eternauta, esas “semillas” o “carozos” que podían desarrollarse, como bien explicara una vez H. G. Oesterheld.
2) El autor.
Oesterheld siempre echaba mano a su imaginación o a su propio archivo, reciclándose en muchas circunstancias por el apuro de una entrega o para terminar de pulir y transformar definitivamente una historia. Pero si Mort Cinder nace por ese impulso y necesidad o no, lo cierto es que relanza en el mensaje oesterheliano la visión del narrador y del que escucha, con la variante narrador-personaje secundario y personaje principal actuante, que ya ensayara en Sherlock Time y en otras historias. Y que reiteraría casi como un rasgo característico de estilo, en obras posteriores como “Roland, el Corsario”.
Mort Cinder lleva a Ezra con sus historias contadas, vividas o compartidas, al terreno de la aventura y el misterio. Mort Cinder muere y resucita. Sin precisar su autor los mecanismos internos del personaje para tal fin (cualidades de un ser distinto a lo humano o superior) ni tampoco los externos (alguna máquina, etc.). Ese artefacto: “el resurrector” (nombre que a Oesterheld seguro no le disgustaría), esa máquina o artefacto necesario para volver.
3) La trama.
En el primer episodio donde aparece Mort (obviando el inicial del protagónico absoluto de Ezra), Oesterheld nos describe con detalle estas circunstancias de muerte-resurrección, con Mort al extremo de pedirle a un asustado Ezra que lo mate, que le clave el puñal para poder escapar de los hombres del profesor Angus. Este es un personaje prototípico de las historias anglosajonas en las cuales un científico trastornado realiza esfuerzos denodados y hasta absurdos por conseguir el dominio del mundo. Angus ya conoce a Mort y a sus mecanismos de escape, sus resurrecciones, y por eso planea atraparlo cuando recién esté despertando. Esto es: ambos personajes (Mort y Angus) tienen un pasado común, cercano y para el lector, enigmático por lo desconocido(y de hecho, jamás escrito). Vencido Angus, en los siguientes capítulos Oesterheld desarrolla historias pequeñas en la anécdota pero con mucha sustancia: el escape de una prisión y la búsqueda de un botín escondido, la penuria de un barco negrero, el esclavo que asiste al final de la Torre de Babel y al comienzo u origen de todas las lenguas actuales; el acto de cobardía de un joven en la Primera Guerra Mundial y su redención por el amor materno; otro amor: uno inmenso e interestelar que lleva a un extraterrestre al sacrificio supremo en “La Tumba de Lisis”; la heroica defensa de las Termópilas y el absurdo de la guerra junto al valor y el coraje del hombre, entre otras pocas historias más. Que rozan lo fantástico y la ciencia ficción junto al – por qué no – realismo mágico como en el episodio del vitral incaico que domina a Ezra.
4) El dibujante.
Ahora bien ¿Qué sería Mort Cinder sin el dibujo de Alberto Breccia? Evidentemente, sólo una buena serie de historias. Con Breccia, alcanza la altura de Obra de Arte. La dramaticidad lograda en el texto se complementa y acentúa con cada imagen que desarrolla este Maestro de Dibujantes. La afirmación no es exagerada: varias generaciones han visto, admirado y luego “diseccionado” el trabajo gráfico de Alberto Breccia, en un afán pedagógico digno y eficiente. Baste citar sólo a algunos profesionales de este y del otro lado del Atlántico a los que podríamos denominar “los otros hijos de Alberto Breccia” (sus discípulos). Citemos sólo algunos: Lucho Olivera, Lito Fernández, Leopoldo Durañona, Rubén Sosa, José Muñoz, Gustavo Trigo, Fernando Fernández, Carlos Giménez, Adolfo Usero, Esteban Maroto, Beá, García, etc. Y sus “nietos” gráficos: Mazzuchelli, Frank Miller, Quique Alcatena… (siguen los nombres).
El dibujo de Alberto Breccia trabaja sobre el lector especialmente en dos planos: el de la consciencia (con sus tramas, quiebres y manchas evidentes) y en el del subconsciente (donde el lector advierte cosas que el dibujo sugiere pero que no están dibujadas expresamente).
Por ejemplo: Ezra corre hacia el lector, Breccia lo dibuja bamboleándose o mejor: apoyándose sobre uno de los pies en delicado equilibrio. Todo el cuerpo demuestra y asegura “la acción”. El fondo negro salpicado de árboles hechos sólo con tinta blanca que se corre sobre el papel soplándola, parece - más que para darle un marco, en sí – querer atraparlo. Allí está la sugestión, el otro plano donde uno advierte primero la endeblés del viejo Ezra, que corre y parece siempre a punto de caer, y además uno (lector) presiente la opresión alrededor, el miedo y la angustia del personaje que corre.
Breccia pone sobre la cartulina con que dibuja al Mort Cinder toda su emoción: sabida es la terrible situación familiar que por entonces vivía con su esposa muy enferma y sus hijos muy pequeños. El artista que Breccia Es (nunca “fue”) pone en ese momento lo mejor de si y canaliza la angustia dominante sublimándola en esta Obra de Arte. Breccia pone su capacidad y desarrolla una estética única, particular, experimentando con elementos ajenos como hojitas de afeitar entintadas y arrastradas sobre el papel para dejar una impronta original, trapos humedecidos en tintas retorcidos, etc. Las imágenes de Mort Cinder son absolutamente únicas, aunque estéticamente puedan emparentarse – y sólo lejanamente – a algunos trabajos del plástico Castagnino en su búsqueda de imágenes allá por la década del sesenta. Podríamos también mencionar en el Breccia que produce este Mort Cinder la capacidad para contarnos la historia en un uso equilibrado del plano medio, el general y el primer plano. Ediciones posteriores malograrán el dibujo original al llenar el cuadro vacío original (donde llevaba los títulos, porque esta historieta aparecía de a tres páginas por entrega en forma continuada cada semana). Estos cuadros dejados sin dibujo por el artista fueron llenados en ediciones posteriores con la repetición de una imagen extraída muy arbitrariamente de algún sector de la misma página consiguiendo a veces resultados como de “aletargamiento” de la acción, cosa no ideada ni requerida por los autores. Pero se puede decir que los encuadres propios de Breccia inauguran una forma de contar historieta, con el Mort Cinder. Y con una experimentación que en el artista nunca se detendría.
5)El "Resurrector" / Conclusiones.
Dijimos al comienzo que Mort no era inmortal y si uno ve la trascendencia de la historieta podríamos contradecir eso, y asegurar que perdurará. Pero como personaje, moría a cada instante y resucitaba. ¿Cuál sería ese “Resurrector”?, nos preguntábamos. Y tal vez el verdadero resurrector, de carne y sangre, ése que le daba letra a sus dibujos, era ese que podía contarnos varias veces la misma historia con variantes, y conmovernos de igual modo. Ese Autor y Ese Dibujante. Héctor Oesterheld y Alberto Breccia, dos artistas que crearon historietas irrepetibles. Únicas, como ellos mismos.
Felipe Ricardo Ávila
Octubre de 2004
(Versión ampliada y completa de aquella primera publicación en la web original de Rebrote, desde el año 2004 hasta el 2005).
Nota: las imágenes que se adjuntan en este trabajo han sido digitalizadas del ejemplar número 3 de enero de 1969 de la revista "LD", por entender que era una de las mejores formas de mostrar detalles de la historieta ya que para esta publicación se utilizaron los originales de Mort Cinder y no reproducciones como se ha hecho posteriormente en casi todas las oportunidades.
martes, 24 de noviembre de 2009
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Qué decir más que estamos ante un ensayo excepcional y no veo el momento que salga la segunda parte. Me pareció fantástico, la forma de introducirnos no solo a la obra y los personajes principales, sino a los autores y especialmente, al dibujante, como bien decís, un talentoso sin comparación.
ResponderEliminarSigo insistiendo, más que un blog esto es una enciclopedia temática que no deja jamás de actualizarse.
Un lujo.
Perdón, la releí porque me encantó tanto, que ahora me doy cuenta que las cinco partes están reunidas aquí, con cinco subtítulos diferentes. Perdón Felipe por pedir más! Aunque si hay más, se agradece. Está 10 puntos + IVA.
ResponderEliminarAh, me gusta el desafío de escribir una segunda parte,che...
ResponderEliminarPor lo pronto tengo para subir algunos dichos de Alberto Breccia sobre esta Obra
la que él mismo consideraba lo mejor que hizo.
Y hay unos links para ver videos donde el mismo Breccia explica.
Voy a ver si los subo pronto.
¡Gracias por tu atenta y siempre considerada lectura!
Bueno, a la espera quedo entonces. Esta enciclopedia interactiva que es su blog, me atrapa.
ResponderEliminarche que pedazo de nota la de hoy! (bueno hoy la leo desde Madrid jeje) que personaje!!!
ResponderEliminarcomo citabas al principio "ya existirá la eternidad para dormir..." y así va Mort en busca de aventuras o rondando las hazañas de un mundo que se niega a desterrarlo, que lo obliga a reptar entre los calendarios y sus esquinas.
Te felicito Fwlipe, me gusta mucho como nos ayudas a comprender a estos grandes de la historieta y sus personajes.
Saludos!
Gracias a vos Diego, siempre atento.
ResponderEliminarBuenísima la nota Felipe.
ResponderEliminarExcelente.
Va en concordancia con la obra que es monumental.
Para mí, lo mejor de Breccia, el punto alto, el techo historietístico (no el artístico, ojo) es "El Frate" y "Marlin". Las historias de la penitenciaría.
Creo que dijiste bien. Mort Cinder sin Breccia, no sería lo mismo. Bueno, eso es para cualquier historieta. Lo "mismo", no sería.
Lo que quise decir, y que vos tan bien definiste, es que no sería la obra monumental que es. Breccia tomó el pase (genial) de Maradona y lo convirtió en el gol más grosso que se ha visto por estos lados. O por lo menos en uno de los mas grossos.
Respecto de si es o no Juan Salvo... es tan cierto como puede ser cierto que Mort es Gilgamesh. Creo que lo que ocurre es que ambos (ET Y MC) son personajes del mismo autor y las ideas y las formas se parecen. Pero la verdad es que no creo que vaya más allá de eso.
Un abrazo y un lujo leerte!!
Marcelo
Amigazo!
ResponderEliminar¡¡¡¡¡El lujo es mio,che!!!!!!!!!!
Ah, y gracias por la foto de Gustavo Trigo,
me llegó bien,
y va en una nota próxima que te va a sorprender...¡No adelanto más!
En principio te digo que coincido con Netomancia, este blog ya es una verdadera enciclopedia temática. Excelente descripción y análisis de la obra, de sus eximios autores, además de que -conciente o no- vas creando un clima que atrapa y no podés dejar de leer hasta el final. ¿estamos ante un próximo maestro de la pluma, tal vez?
ResponderEliminarAunque ya te lo dije, no dejás de sorprenderme, y espero que lo sigas haciendo!!
Un abrazo
Gracias, Marcelo!
ResponderEliminar(exagerado)
TRATARÉ DE SEGUIR ASÍ...
Piñeyro, no se afirma que EL ETERNAUTA y MORT CINDER son el mismo personaje, sino que uno nacio primero que el otro, y que resulta probable que el recurso (testigo de la historia) que HGO planeaba utilizar en el primero, terminó usándolo en el segundo. Vale la aclaración...
ResponderEliminarBueno, en ese punto hay coincidencia, ambos advierten que es un recurso que HGO
ResponderEliminarre-utiliza...Y es posible que fuera asi, que Mort canalizara algunas ideas originadas para Juan Salvo.
A todo esto...¡Bienvenido Mariano Chinelli!
No dejes de escribir,che, sabés que tu opinión de experto en la obra de Oesterheld me importa siempre conocer.