Los MINILIBROS de GARCÍA FERRÉ
En aquellos años setenta de inicios de la década, las revistas de historietas de Larguirucho y las de Hijitus adosaron un plus a su contenido humorístico: la entrega gratuita con la compra de cada ejemplar de un libro de la colección de obras de la literatura universal.Posiblemente con adaptaciones de Publio A. Cordero, los niños de entonces nos vimos sumergidos en la lectura de estos hermosos-y muy resumidos- libros de la mejor literatura de aventuras, con algunas joyas increíbles. Y los clásicos de siempre,autores como Salgari,Verne, Conan Doyle,etc. Estas son algunas de las tapas de esos minilibros, traídas a Rebrote desde mi colección particular, guardadas con amoroso afecto por mi,han sobrevivido cerca de 5 mudanzas,un matrimonio y dos hijos curiosos que han leído algunos de ellos y-como yo en esos años setenta-han jugado con ellos.
Porque la portabilidad del librito,sumada a la belleza de los colores y las ilustraciones de Leandro Sesarego,más la calidad de la pluma de Juan Arancio para los dibujos internos han sido un gancho para atraer a más de un lector desprevenido.Este producto terminado, minilibro, es de agradecerle a García Ferré, el editor de Anteojito, por siempre y para siempre sin exagerar.
Como curiosidad dos cosas: la primera, que las tapas se continuaban en la contratapa con buen criterio, para completar el diseño y ampliar la visión de la imagen central.
Segundo,
que hubo dos tapas distintas, en dos minilibros idénticos de la
editorial y similares en cuanto a diseño, pero para otros contenidos, es decir que fueron dados a conocer al público lector fuera de la colección. Uno salió por el día
de la Independencia y el otro por el cruce de los Andes con San Martín
al frente. Estos salieron junto a la revista Anteojito. De ahí la carita de ese personaje dentro del círculo,pero ahora de otro color. Fíjense en las contratapas: allí estaban en un círculo las
caras de los personajes que entregaban cada libro. En unos estaba
Larguirucho, en otros Hijitus.Los minilibros salían uno cada semana,así,
se intercalaban dos de cada revista por mes.Ejemplo: el 1 del mes salía
Larguirucho, el 7 Hijitus, el 14 larguirucho,etc. Ahora que ha pasado tanto tiempo, tal vez estemos en condiciones de revalorizar esos intentos periodísticos,sí, con fines comerciales, también,pero cargados de una sana inclinación por la divulgación y la enseñanza masiva. No olvidemos que en esos años no existían Internet ni juegos electrónicos ni tantas cosas que hoy acercan a los niños la posibilidad de conocer, de contactar con la llamada "cultura". Y si de cultivar a esos niñitos de entonces se trataba,qué mejor que hacerlo con entretenimiento, con hermosos textos, con coloridos y extraordinarios dibujos. Las portadas de Sesarego, por ejemplo, además de la perfecta anatomía tienen una composición donde el personaje de turno, "narra" casi con su sola postura parte o el significado mismo de lo que se cuenta adentro.Observen por favor como se desarrollan las situaciones centrales de cada libro entre la portada y la contratapa.Cuando un intento editorial como este se cristaliza y perdura uno tiende a pensar en que en esos años,la creatividad y el ingenio se aunaron para desarrollar un estilo de comunicación tan sencillo como eficaz, tan simple como perfecto.Tan entrañable,que muchos al leer esto lo recordaran con emoción. Mi pequeño homenaje a estos creativos, tan pequeño pero sincero y bueno como estos "minilibros".
Felipe R. Ávila
Destaco dos cosas, la gran contribución a la literatura, a la difusión de la lectura, que han significado esos minilibros. Incluso recuerdo que Anteojito salió una adaptación de la Iliada y La Odisea.
ResponderEliminarY que hayas tenido la idea de guardarlos cuidadosamente. Felicitaciones por esto.
Gracias!
EliminarQué buen recuerdo Felipe.
ResponderEliminarAlgunos de estos minilibros los tengo perfectamente en mi memoria.
Por ejemplo el de San Martín, el del Dr Jekill, el de Tartarin de Tarascón (que me intrigó tremendamente su raro título) Sandokan, el Escarabajo de Oro, El Fantasma de Canterville, Ivanhoe...
Los recuerdo por tenerlos, por leerlos y por guardarlos, hasta que me sentí "grande" y decidí regalarlos, tirarlos, vaya uno a saber qué más.
Tenía un amigo, tal vez mi primer "mejor" amigo, dado que nos juntábamos antes del Jardín de Infantes a jugar en las veredas de Perú entre México y Chile, que ahora volví a encontrar virtualmente en Caralibro. Vive en México y está laburando en las embajadas argentinas. Este producto de la escuela pública, (Se llama Javier) exalumno del Victoriano Montes (Perú al 900,donde fuimos compañeros) del Nacional Buenos Aires y la UBA, fue uno de los tipos más inteligentes que conocí, ya en la primaria leía el diario, no se perdía una Anteojito y cuanta historieta podía encontrar. Este tipo, de familia muy humilde, fue el que me metió en la Biblioteca Nacional de México y Perú, y era fanático de estos libritos. Yo compraba por ese entonces tanto la Anteojito como la Billiken y pasaba por alto los libritos. Y recuerdo perfectamente como me retó diciendo que como no iba a leer esos maravillosos cuentos. Yo por el sólo hecho de emular o competir con mi amigo, empecé a darles bola. Y la verdad que algunos me encantaron. Fueron puerta de entrada a versiones originales y a otros relatos de los mismos autores.
La verdad es que me trae hermosos recuerdos.
Un gran abrazo,
Marcelo
Marcelo, gracias por comentar!
EliminarNo podría agregar nada a lo dicho, sobre todo los últimos párrafos.
No conocí esta serie de los "minilibros". O yo era muy chico, o en casa se compraban las Billiken o yo estaba vivendo en otro país, pero no sabía de esto. Me encantó esta nota. Felipe: gracias que los guardaste y que han podido sobrevivir a cuanta mudanza y matrimonio viviste, ya que son dos de los factores que más erosionan colecciones privadas.
ResponderEliminarHay títulos que jamás había leído, por ejemplo El Capitan Fracasse, el Cocodrilo, o la versión de Romeo y Julieta por Mateo Bandello (¿?).
Qué buen recuerdo, qué bien hace traer esto al presente.
No sé cómo leen los chicos, pero en la feria del libro he visto miles y miles de libritos como estos, con los clasicos de siempre. Por mas TV, internet y play stations, los chicos siguen leyendo.
Un abrazo!
Jorge PP
Hola. Estoy interesado en conseguir/ comprar los siguientes libritos: Robinson Crusoe
ResponderEliminarLa Isla Misteriosa
Robin Hood
Las Aventuras de Tom Sawyer
El Pie de la Momia
Aventuras de un Soldado de Napoleon
El Amo del Mundo
Capitan Fricasse
Los Misterios de Paris
Morgan el Pirate
Escuela de Robinsones
Un Disparo Memorable
El Caballo de Ebano
El Documento Rebado
Rip Van Winkle
El Desenterrador
El Amigo de la Infancia
Lara
El Robo del Elefante Blanco
La Tormenta de Nieve
El Ruisenor
La Aldea de los Muertos
La Estrella del Sur
Los Naufragos del Spitzberg
William Wilson
Habul Hasan del Dormido Despierto
Leyenda del Legado del Moro
Garduno
Pesadilla Grotesca
El Ahijado
Tio y Sobrino
Pueden ustedes conseguirlos o conocen quién pueda ternerlos?. Mi email es: Luis.venosa@gmail.com Gracias.
Genial post!!! Cuantos recuerdos!!! Algunos los lei varias veces e incluso me llevo a leer los libros enteros.
ResponderEliminarLo que no puedo recordar es en que año salieron, quiero recordar cuantos años tenia cuando los leia!!
Si alguien sabe la fecha de publicacion por favor recuerdemela. En todo caso me email es faber235 @ yahoo.com .ar... muchas gracias!!!
Hola a todos.
ResponderEliminarTengo la mayoría de estos libros.
Quizás me falten algunos de la primera serie.
Cada serie constaba de 16 títulos.
Si mal no recuerdo fueron 8 series en total.
Que bueno saber que alguien más los atesora.
Pasé momentos maravillosos leyéndolos.
Una época única... al igual que los discos de vinilo de aquellos días.
Hola gente, yo tambien los recuerdo de mi infancia a estos minilibros. Y les hago una pregunta: ¿alguien sabe cual fue el primer minilibro?
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