(Imagen adjunta: ilustración de Quique Alcatena)
Recordando a Lucho Olivera (1):
Hay que reconocer que Lucho Olivera tenía razón en
sentir admiración por Quique Alcatena, porque es un grande de verdad.
En los últimos dos años de su vida, era común que Lucho me
llamara diariamente y charlábamos de todo un poco, como se charlaba con Lucho
(si uno lo conoció sabe que era así: su cerebro podía enunciar una línea de
discurso pero a la vez seguía con otra en otra dirección y más tarde la
retomaba cuando uno ya estaba sólo en la primera). Lucho hablaba siempre con
sumo conocimiento de cada cosa que trataba y no era el argentino medio que
habla por hablar. Todo lo contrario. El te hablaba tanto de la ciencia y su
frontera, como de los mitos y la cultura universal pasando por el descubrimiento
de algo, las mejoras en el dibujo que yo tenía (y tengo) que hacer y el destino
de la humanidad. A veces me decía:
"No
crea, Felipe, que somos tan distintos usted y yo, políticamente hablando, porque
a mi también me subleva tanta injusticia que existe en el mundo, yo quisiera realmente
que el mundo fuera distinto."
O aquella otra frase:
"Es una barbaridad lo que han hecho estos
yankis en Bagdag. Entraron al museo y lo han saqueado. ¿Sabe lo que es eso? Se
han llevado de todo"
Yo: Entonces
eso se perdió...
Lucho:
Noooooo, qué se va a perder.
Eso
se lo llevaron, las tablillas de Gilgamesh, los tesoros, todo eso alguien lo
tiene".
Para el que crea que Lucho Olivera era sólo un
dibujante genial se va a estar quedando sin la otra parte: era un tipo
pensante, con una capacidad de asombro intacta y de admiración para los colegas
que, en algunas ocasiones, no lo trataron como él se merecía. Este no es el
caso de Alcatena, que le dijo en vida de su admiración.
Un día me dice Lucho:
"Usted Felipe, me dice
"Maestro"...¿sabe quién siempre me dice así y me da un poco de
verguenza?: Alcatena. Él dice que yo soy su maestro. ¿Puede creerlo?
Y yo le decía que sí ¡¡¡que sí!!!
Alcatena es un joven
maestro y se ve su originalidad y tratamiento de la imagen más el cuidado de la
línea y las texturas y la documentación...eso lo muestra como un dignísimo
seguidor de Olivera, pero despegando de Lucho, tal vez con mucha más conciencia
de su rol de dibujante, de la llegada al lector, de la marca que está dejando
en nuestra historia de la historieta. Lucho decía de Alcatena:
"Felipe,
hay varios dibujantes actuales que me encantan, que son muy buenos". Y
me enumeraba algunos, como Carlos Gómez.
"Lo que está haciendo este muchacho Gómez en Dago, es extraordinario.¿Lo vio usted?"
Y seguía contándome sus gustos en historieta:
"Fíjese
en Alcatena, él es muy bueno, Alcatena es un grande y acá no se lo ha
valorizado aún lo suficiente. Es muy bueno".
Sí, maestro Lucho Olivera. Quique es muy bueno.
Extraordinariamente bueno.
Un caso más donde el discípulo ha elevado la apuesta
gráfica del maestro original.
Felipe
R. Avila
De la serie del blog: "Confesiones de Invierno" (N° 11).
Dibujos de Alcatena: de su blog http://quiquealcatena.blogspot.com.ar/
y del sitio web de Ariel Aviléz (Blancas Murallas)
http://blancasmurallas.com.ar/.Reproducidos con su autorización.