Actualizaciones:

Este Blog te ofrece cada tres días una nueva nota, con material original, escrito y producido en su totalidad por el equipo de Rebrote.



Escribí aquí debajo el tema o autor que estás buscando en este blog.

martes, 30 de abril de 2013

Pequeñas Biografías de Grandes Historietistas (2): Alberto Contreras, el Regreso de Osiris.

  Pequeñas Biografías de Grandes Historietistas (2):

ALBERTO CONTRERAS
  El recordado autor de "El regreso de Osiris"
Alberto Contreras nació el 26 de noviembre de 1942, en el Hospital Rivadavia de Buenos Aires. Su padre, Nicanor Contreras, era caricaturista y trabajó en varios diarios como La Razón, Crítica y Noticias Gráficas. Alberto y su hermana menor crecieron en este ambiente de trabajo. Desde pequeño dibujaba Alberto con naturalidad en la casa familiar en la calle México 1638, en Capital Federal. Pero sumó a eso sus estudios. Los primarios los hizo en la escuela Fray Cayetano Rodríguez, ubicada frente a la casa. A los trece años, interesado por la astronomía se asocia a “Amigos de Astronomía” . Su hermana Aurora cuenta de él en la página de Axxón (*): “En las noches claras me enseñaba donde estaba Marte, o me señalaba alguna constelación. También me hablaba del Area 51 y yo me maravillaba. En cierta forma me influenció para que hoy día, me interese todo lo relacionado a Ciencia Ficción. De hecho, creo en la vida extraterrestre". Gran lector, leía con especial gusto lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial. Como pasatiempo armaba maquetas de aviones y portaaviones.


"Asalto a la Luna" historieta para suplemento en colores de 8 páginas dentro de la revista Billiken con guión de Oesterheld, del 12 de marzo de 1973, último suplemento de vacaciones ante el inminente comienzo de las clases.

“A los 15 o 16 años, su habitación estaba poblada de fotos de aviones, de barcos y de chicas. Hasta en su techo había pegado fotos. Y las maquetas poblaban los muebles(*)” Además de la lectura le apasionaba la música. En 1955, la familia se muda a una casita en Villa Tesey, Morón, en el barrio "Gente de prensa", donde  vivían “toda la gente relacionada con el medio de prensa; fotógrafos, periodistas o archivistas, locutores y demás", dice Aurora. Estudia apralelo al secundario Diseño gráfico en la escuela de Quinquela Martín, en La Boca. Luego del servicio militar entra en "Franca Publicidad" donde conoce a su futura esposa. Se especializa en Diseño gráfico. 

http://axxon.com.ar/osiris/imagen/tapacienciaviva.jpg"Ciencia Viva", suplemento a colores del diario La Razón, ilustrado por Contreras.

"En esa época se carteaba con los astronautas de la Nasa y era frecuente que llegaran a casa, cartas de las distintas misiones espaciales", dice Aurora. "Creo que su mayor orgullo fue estrechar la mano de Neil Armstrong cuando visitó Buenos Aires. Ese día recuerdo que llegó a casa con su mano derecha envuelta en una bolsa de plástico. Dijo que desde entones ya no se lavaría más la mano. Tenía un humor muy especial y fue muy querido por todos. De la amistad hizo un culto". Alberto tuvo dos hijos: Martín (nacido en 1971) y Franca (1974). Publicó sus primeras historietas en el diario La Razón, más exactamente, en la revista "Ayer, hoy y mañana".
  
Primera tira de "El regreso de Osiris"
El domingo 1° de julio de 1973, el diario Clarín publicó la primera tira de su máxima creación: "El regreso de Osiris", que duraría casi seis años, con guión y dibujos propios. Escribió en esos años y especialmente para las revistas D´Artagnan y El Tony, de la Editorial Columba, diversos  guiones de historietas, especialmente dentro de la temática bélica.
El 12 de febrero de 1979 falleció muy joven, víctima de un derrame cerebral, a los 36 años. El último cuadro de la tira publicada en el diario decía:
“Alberto Contreras, el autor de esta fantaciencia, ha dejado de existir ayer, víctima de un derrame cerebral. Su esposa nos ha hecho llegar un mensaje que Contreras redactó premonitoriamente y que expresa lo siguiente: "Perdón, lector, el cerebro y la mano que guiaban a Osiris se han detenido. Quiera Dios que algún día podamos reencontrarnos. Gracias"
Un texto que escribiera en ese día terrible del final inesperado del artista su esposa, pensando en lo que Alberto habría querido tal vez decir a modo de despedida.
Con dibujantes y guionistas como Alberto Contreras nos quedaremos pensando siempre hasta dónde habrían llegado, hasta dónde podrían haber desplegado su imaginación, fortalecida por lecturas inmensas, llenas de citas bíblicas, de misterios del pasado remoto,en fin: de enigmas propios de la aventura humana. Cuánto lamenta una cultura acerca de la pérdida temprana de la vida joven, en cualquier especialidad e índole laboral.Y cuánto se lamenta uno desde el campo popular cuando llamémosle tal vez "el destino" nos cercena la posibilidad de conocer más obras, nuevas, ingeniosas, más lecturas nunca concretadas por la apurada decisión de que su tiempo en la Tierra se había cumplido. Un artista joven y talentoso, el malogrado "papá" de la "fantaciencia" argentina.
Felipe R. Ávila

(*)Nota: para la realizaciíon de esta pequeña biografía hemos recabado datos de la página web de Axxon:
 http://axxon.com.ar/osiris/biografia.htm
 http://axxon.com.ar/osiris/fotos.htm
 http://axxon.com.ar/osiris/tira1.htm

viernes, 26 de abril de 2013

Juan Dalfiume: "En cuanto a lo gráfico hay pautas básicas que yo creo hay que respetar. Por ejemplo un cierto equilibrio del blanco y negro, salvo que el propio estilo esté en algún extremo"

Serie "Palabrasabia"/ Pensamientos y opiniones personales sobre la profesión / 
N° 15 / Juan Dalfiume
 
GIANNI DALFIUME,
el trazo firme y a la vez sutil,  mixtura perfecta entre pluma y pincel, el historietista de Jackaroe, de John Juan, El Virginiano, Pier el Corso o Shannon.

(Tomado de la entrevista hecha por Alejandro Aguado y su grupo editor "La Duendes", aparecida en el libro "¡Bairoletto!"  de reciente publicación y el que recomendamos conseguir para poder disfrutar de excelentes historietas (*).

Juan Dalfiume: "Es muy difícil definir la concreción de un estilo, porque en esencia es dinámico. Por ahí una línea, una mancha, cualquier solución de alguien que uno admira, son cosas que se incorporan por simple identificación, porque están en consonancia con la propia sensibilidad. Hasta que, al fin, este caudal de ingredientes, más algunos de orden personal se transforman en un estilo. Recuerdo una lección de la Panamericana (allí hice un curso por correo, y años mas tarde fui docente en esa mítica escuela) en la que Pratt muestra las técnicas del pasado a tinta: 1º Todo a pluma. 2º Todo a pincel. 3º Pluma y pincel. Yo opté por esta última, en la variante: Primero mancha a pincel y final a pluma (puede ser al revés). Si se mira con detenimiento mi dibujo, " se ve " esta técnica. En cuanto a lo gráfico hay pautas básicas que yo creo hay que respetar. Por ejemplo un cierto equilibrio del blanco y negro, salvo que el propio estilo esté en algún extremo. Una composición básica de la pagina y de cada cuadro. Un equilibrio entre los primeros planos, los medios y los generales. En fin lo básico, es en definitiva, la técnica misma. Y luego la sensibilidad de cada uno en lo plástico.

¿Qué es para usted la historieta de “aventuras”?  
 
  "Cuando uno esta en contacto con la naturaleza, algo nos sucede, algo nos embarga, hay una cierta felicidad en el contacto con el afuera...Lo tenemos en los genes, por eso la pasión por la caza, por la pesca, los deportes extremos, o no, pero en los espacios abiertos, el mountain bike, el motocross. Nuestro espíritu se expande, se regocija, volvemos al origen, a lo ancestral, a lo atávico. De alguna manera somos otra vez cazadores  primitivos corriendo tras la presa que salvará al grupo. Y ahí está la aventura, en las cosas que pasan en esa zona afuera del mundo protegido, controlado y tranquilo de lo cotidiano. Ahí es donde se nutre la historieta de aventuras".



"¡BAIROLETTO!, el bandido rural y otras historias" de Juan Dalfiume(*) Notas / Comentarios: Entrevista tomada del libro ¡Bairoletto!,el bandido rural y otras historias", de Juan Dalfiume, editado por La Duendes,de 86 páginas.Recopila trabajos de Dalfiume para Ediciones de la Urraca en la década del ochenta con el agregado de episodios inéditos escritos y dibujados por el propio artista Juan Dalfiume, quien creara con guiones de Robin Wood en la década del sesenta al inolvidable "Jackaroe".
El presente libro como se cuenta en el blog de la Duendes http://laduendes.blogspot.com.ar/2012/05/entrevista-juan-dalfiume-primera-parte.html

trae "...Historias latinoamericanas de bandidos, matanzas de indígenas, revolución mexicana, conquista del desierto, arrabal porteño". 
Creo sinceramente que es imprescindible su lectura.
  
Comentarios y fotografía de Felipe R. Ávila.

domingo, 21 de abril de 2013

Algunos datos biográficos sobre Leandro Sesarego

Pequeñas Biografías de Grandes Historietistas (1):

LEANDRO SESAREGO



Nació el 19 de enero de 1929 en Capital Federal.





 Sus padres eran argentinos. Sus abuelos genoveses originarios de un pueblo llamado Sessarego, en Bogliasco, Génova, Italia. Vivió hasta el año '63 en distintos barrios de la Capital (Almagro, Boedo, los que más nombraba). A los 14 años comenzó a publicar de manera profesional, actividad que desarrolló sin interrupción hasta su fallecimiento. 
Entre sus maestros estuvieron Cortinas y Torino
Su carrera duró 61 años dedicados a la ilustración trabajando para distintas revistas y editoriales, nacionales y extranjeras, alternando con la enseñanza de Dibujo.


Al casarse con Dora Paz, se trasladó a Merlo, donde vivió hasta el 2 de agosto de 2004 cuando falleció con 75 años de edad. 

Nota: Los datos y fotografías fueron suministrados por el hijo del artista, el señor Guillermo Sesarego, a quien le agradecemos su permiso para darlos a conocer.


Felipe R. Ávila


miércoles, 17 de abril de 2013

Recortes de diarios y revistas (27): el loco Chávez en la TV de los años setenta

La historieta como vehículo de ideas (nota 75)


EL LOCO CHÁVEZ UNA SONRISA EN LA TELEVISIÓN DE LOS AÑOS OSCUROS



En plena dictadura militar en Argentina, año 1978, la historieta que más éxito tenía -al menos por cantidad de lectores- posiblemente fuera "El Loco Chávez" de Carlos Trillo en guiones y Horacio Altuna en dibujos, una comedia en formato de tira que se publicaba en la contratapa del diario Clarín, todos los días.El "Loco" se llamaba Hugo Chávez- impensada curiosidad atemporal- y era un reportero, que en principio viajaba como corresponsal del diario y más adelante vivía toda suerte de alocadas situaciones siempre acompañado de hermosas mujeres.Las andanzas del Loco Chávez, comenzarían el 26 de julio de 1975 y se extenderían hasta el 11 de noviembre de 1987 (*), no eran las del prototipo del empleado perfecto, ni del obediente al poder, ya que siempre se mostraba con su propias ideas en vez de la ciega obediencia a su jefe.En medio de un país ocupado por un poder fáctico, de ninguna manera podría haber sido tomado como modelo de obediencia.Pero el Loco era inmensamente popular, se comentaba en oficinas, en bares en los taxis porteños cada una de sus ocurrencias, sus amistades  y cada bajada que los autores hacían a cosas cotidianas, a veces relacionadas con el fútbol-el loco era fanático de Racing,la Academia, club que por entonces y por muchos años más no conseguiría un título, lo que ayudaba al personaje a "cargar" con esa cruz de perdedor,tal vez esa elección-que se sabe correspondió a la elección de club en la realidad del dibujante- tal vez ayudó a hacerlo más querible, eterno perdedor. En ese contexto, la historieta más popular de entonces accedió a la posibilidad de ser llevada a la televisión. 

Muchos nombres de actores se barajaron por entonces especulando las revistas Antena y Radiolandia 2000 -especialistas en espectáculos y chismes de esa época- en que podría ser protagonizada por el actor Rodolfo Bebán o el mismísimo Horacio Altuna, quien debió salir al paso aclarando que lo suyo era y seguiría siendo el dibujo y no la actuación. Con la técnica de videocasette incorporado por entonces  a la TV local, lo que permitiría numerosas situaciones grabadas en exteriores en vez de los precarios escenarios de esos años fabricados para interiores de estudios televisivos, se ideó una mini-serie con el personaje-.Se llevó a cabo con la actuación de un actor joven y desconocido para el gran público, Carlos Rotundo, en el papel del Loco,y se le dio a una joven modelo y posteriormente actríz,Adriana Salgueiro, el papel de "Pampita" la enamorada del loco Chávez. En el papel del jefe,"Balderi" se lucía un improvisado actor, el periodista Miguel Ángel Merellano.


Rescatamos acá la publicidad que apareciera en diarios de entonces anunciando el inicio de la serie, la que lamentablemente duraría sólo 4 emisiones, levantada por la censura de la época por el carácter díscolo del personaje "decían que era un mal ejemplo para la juventud" aclaró Trillo en cierta oportunidad para contar el por qué del fin del proyecto.

Felipe R. Ávila

Notas: (*) Los datos de duración e inicio fueron tomados de Historieteca, blog al que se recomienda ir para ampliar la información:

domingo, 14 de abril de 2013

la Historieta como vehículo de ideas (74): "Intrusos" de Diego Agrimbau y Dante Ginevra



Para el hoy inexistente o difícil de encontrar blog de Telam sobre historietas,  escribí durante el 2012 unas 10 notas. Algunas como ésta donde pongo el acento en una historieta singular "Intrusos". Una obra con una alta calidad en su producción y realización, que me parecía necesario recuperar y traerla aquí para sacarla de ese limbo del olvido al que van las notas y fotos viejas de blogs carcomidos por el desinterés. O sumidos al ostracismo por fluctuantes decisiones basadas en quién sabe que interés.


"INTRUSOS" UNA HISTORIETA POLISÉMICA 

DONDE SE DEMUESTRA UNA VEZ MÁS QUE LAS POSIBILIDADES DE LA HISTORIETA NO TIENEN LÍMITE CUANDO HAY AUTORES CON CREATIVIDAD Y MUCHO PARA DECIR.


En octubre de 2009  la revista Fierro cumplió tres años en su renovada y actual etapa de producción y lo celebró con un número especial de 76 páginas que reunió cerca de 70 autores entre guionistas y dibujantes. Es en esta revista especial donde el espacio se ve reducido, se acorta para poder compartirlo con el otro, con ese autor que sigue en la contigüidad de la página siguiente, la de al lado,  y con el que tal vez no exista ninguna continuidad posible ni estética ni ideológica. Allí, en esa revista dos jóvenes artistas de la historieta publican una sola página que resulta ejemplar de todo lo bueno que se puede decir y hacer para contar una buena historia en pocas palabras y con el “record” de utilizar ¡un solo dibujo!.  Esa historieta se llama “Intrusos”.  Los autores: Diego Agrimbau en guión y Dante Ginevra en dibujos. Y se puede decir de ellos que lo hicieron de nuevo. La sola mención de sus nombres suele asegurarnos un buen producto historietístico ya sea trabajando juntos o por separado con otros artistas. Pero en este caso, el ejemplo tratado es excelente por el tratamiento, y por los límites del género a los que llega, lo que redunda en una historieta única. Memorable.
Tanto busca los límites de la historieta que su publicación generó extensos debates en algunos foros de Internet sobre si es realmente una historieta o una ilustración. Veamos por qué. Aclarando de entrada que en mi opinión no hay dudas sobre que es simplemente una historieta, pero  magistralmente realizada, además. Esta historieta se lee con la regularidad habitual de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, siempre descendiendo con la mirada en la búsqueda del globo o cuadro siguiente. Es lo habitual este sentido de lectura en la historieta occidental. Los autores se aprovechan eficazmente de esta convención y ubican los distintos diálogos que los protagonistas tienen en esa disposición. El dibujante realiza un solo cuadro, que ocupa toda la página y que es a la vez de escenario general, una suma de lo necesario para cada cuadro particular, desde donde estos personajes hablan. La particularidad y el logro está dado justamente en no dibujar a los personajes (al llegar al final de la página/de la historia veremos el por qué) y en no hacer –al mismo tiempo- los cuadros divisorios. Esta particularidad resulta un auténtico logro, ya que vemos lo sucedido por los efectos resultantes en el mismo edifico que nos servía de fondo, de escenario para la tragedia y por el que va el lector descendiendo-por esa escalera ya rota- mientras desciende también la mirada buscando el globo siguiente y va aumentando al tensión a la vez de nuestra comprensión acerca de lo que sucede. Porque esa es la palabra: tensión. Aquí el gran mérito para lograrlo es de ambos: del guionista porque plantea la historia y la cuenta a su modo ofreciendo al lector lo mínimo y justo, y del dibujante por todo lo que le puede dar para sostener con precisión esa historia. Y desde el dibujo le responde de la mejor manera, con la línea sensible, con la perfección de los  detalles mínimos. Podrá decirse entonces que es un dibujo detallista. No elude dibujar ni la estructura deteriorada del edifico ni esas siluetas fantasmales que dejan los muebles y cuadros cuando han sido retirados luego de años de permanencia y con el que el sol a modo de cámara oscura ha dejado una impresión fotográfica de ellos. Su ausencia formal traducida en siluetas es la virtualidad del drama. Porque justamente no se trata de una historia policial, la de un crimen sino de un drama mayor, el de los que deben usurpar una vivienda ante la carencia mínima de un techo. Esos intrusos del título recorren en poco espacio, un solo cuadro, toda una vida-virtual- de desgracias bien reales. Y de carencias Efectivas. Cuando uno ve la pared manchada con rastros de sangre, salpicada de violencia y lee el cuadro cercano donde el personaje Daniel implora por su mujer Marissa, uno advierte que está no ya en la cima de la escalera por la que personajes y lector van transitando sino por una cima real de la mejor historieta nacional. Claramente no es una ilustración sola, es un dibujo con globos de texto que orientan la lectura del mismo modo que si tuviéramos la clásica división de cuadros. Y estos globos generan la secuencia, donde discurre y explota el drama y la tragedia final. Que es doble, ya que hace a la muerte impune tanto como a la manipulación con fines de lucro,  de una ganancia de dinero a cualquier costo.

Simple en lo formal, clara en su expresividad, rotunda en su mensaje y profunda en su contenido.

Una trágica historia que adquiere variados significativos en estos tiempos donde para aprovechar un terreno y construir edificios en torre en algunos municipios se sobrevalora y maximiza cada centímetro del suelo. Una maravillosa historieta de una sola página que demuestra los límites (que se superan) y las posibilidades del género. 


Felipe R. Ávila

jueves, 11 de abril de 2013

Confesiones de invierno (14) 1979: la Historieta nos permitía evadirnos de la dura realidad




TODO TIEMPO PASADO FUE.

NOSTALGIAS DEL TIEMPO PERDIDO

            EN 1979 LA AMISTAD LLENABA NUESTRAS VIDAS

"(...) Mientras Mark seguía bajando mutantes a puro tiro, Nippur dejándonos lecciones de nobleza y misericordia para los desprotegidos y mano dura para los tiranos, afuera…afuera, como una desgracia inmensa la realidad desgarraba las vidas de otros jóvenes, de tal vez sólo unos pocos años más que los nuestros, pero muchísimo más comprometidos con la sociedad que los rodeaba y seguramente asfixiaba"

LA HISTORIETA COMO VEHÍCULO DE IDEAS Y COMO FORMA DE EVASIÓN.

Buenos Aires, mediados del año 1979. Estamos en la vieja casa chorizo, en Lanús Este, ya es tarde, de noche y seguimos allí. Tal vez para acompañar el rato y pasar el frío tomando un té (porque era fácil de hacerlo) o unos mates junto a mis amigos tan adolescentes como yo: Daniel, Ricardo y Horacio. Ninguno con novia aún por entonces, pasábamos seguramente la tarde jugando al futbol en la calle y viendo alguna película después, cualquier cosa. Ya el secundario había terminado, ninguno tenía trabajo todavía y faltaba un año para ser llamado a cumplir con el servicio militar obligatorio. Lo que se dice, un año en el medio, un año “sándwiche”, un año… ¿perdido?

Teníamos 18 años y mientras afuera de ese refugio compartido de amistad el país se desangraba por una dictadura feroz, nosotros “amistábamos” (neologismo creado por Daniel). Pasábamos horas escuchando música, charlando mucho, proyectando sueños, esas cosas. Especulando. También andaba mi hermano por ahí, que iba y venía y se iba, aunque a veces compartíamos reuniones, él tenía sus propios amigos. Cada uno tenía lo suyo, Horacio nos pasaba notas y nos enseñaba acordes y explicaba cosas que sólo él sabía sobre electrónica, misterios, ovnis, y cosas del mundo. Daniel - cebador eterno de mate-, llenaba cuadernos propios y ajenos con cuentos, ideas, poesías y –más adelante- con cenizas, ya que era el único del grupo que fumaba. A veces y en los años sucesivos se nos sumaban dos amigos más, fumadores empedernidos también: Adrián y Aldo, dos tipazos. Donde ellos estaban siempre había guitarras criollas, anécdotas sobre mujeres, mates, cervezas, palitos salados, maníes, ping-pong y risas. Ricardo compartía todo conmigo desde niños, nos conocíamos mucho: el barrio, los mismos colegios y hasta un amigo común, Sergio, que se murió de pibe a los 15 de leucemia y nosotros nos morimos un poco con él para siempre, aunque en apariencia seguíamos vivos. Con Ricardo nos enfrentábamos desde los 9 años de edad en intrincados partidos de futbol de mesa, hecho con botones y más adelante con jugadores de plástico obtenidos en golosinas. Armábamos fixtures completos. Nadie quería perder. Con Ricky siempre las charlas derivaban de la ciencia ficción a lo escatológico, y nos hacía reír a todos siempre. Compartíamos las lecturas posibles, libros y cientos de páginas de historietas y las comentábamos, las seguíamos y nos decíamos las preferencias. El rock llenaba nuestras cabezas pero en materia de historieta, los preferidos eran las revistas humorísticas y las serias como Turay, la Skorpio y el D´artagnan, junto  a sus creativos máximos. Lucho Olivera, Robin Wood, Villagrán, Oesterheld,Dalfiume y Lito Fernández o tal vez Vogt; ellos se llevaban nuestros aplausos. Nos la pasábamos evadiendo la realidad. Nos la pasábamos...¿Perdiendo el tiempo? 

Leíamos admirados las aventuras del sumerio errante y disfrutábamos con el terror de Lalia o de Breccia, siempre mejores guionados por Oesterheld. Yo tenía el teléfono y la dirección, y nunca lo llamé, pero estuve a punto de hacerlo. Cierta vez de muy niño, aburrido o simplemente curioso, busqué nombres de autores de historieta, guionistas o dibujantes en la guia telefónica, y es por eso que tenía su teléfono anotado.Ni imaginábamos que si hubiera llamado no me habría atendido Héctor G., ni nadie, y ni siquiera sabíamos que estaba desaparecido ya que sus guiones seguían apareciendo publicados y continuarían haciéndolo por mucho tiempo más.
A veces nos llegaban noticias de "afuera" pero la usina creativa que era ese hogar no paraba. Mi gran amigo Horacio (ver foto) pasaba horas tocando la guitarra, compartiendo la amistad entre revistas de historietas, cortometrajes de animación en Súper 8 hechos a pulmón y hablábamos de todo, pero no hablábamos nunca de “política”. Todo lo era, político, pero nos referíamos con esa palabra,así, las pocas veces que recordábamos distintas pero iguales prohibiciones que en cada casa de cada uno habíamos recibido. No se puede hablar en la calle, tené cuidado, no digas nada… ese tipo de advertencias. ¿Decir qué, si no sabíamos nada de nada, ni siquiera dónde estábamos parados? 
Mientras tanto, mientras Mark seguía bajando mutantes a puro tiro, Nippur dejándonos lecciones de nobleza y misericordia para los desprotegidos y mano dura para los tiranos, afuera…afuera, como una desgracia inmensa la realidad desgarraba las vidas de  otros jóvenes, de tal vez sólo unos pocos años más que los nuestros, pero muchísimo más comprometidos con la sociedad que los rodeaba y –seguramente asfixiaba-, jóvenes que no tendrían jamás la posibilidad de crecer y desarrollarse porque una tiranía sangrienta los acorralaría en su propio país, en su propia Patria. En las escuelas nos hablaban de la Patria mientras en cuarteles se torturaba al que pensaba distinto. Íbamos a la iglesia y nos hablaban de que el Amor y de que el otro era un hermano, pero más tarde nos enteraríamos de las complicidades jerárquicas eclesiásticas, de cómo incluso se les daba la comunión en centros clandestinos de detención a algunos de esos jóvenes, y se les desgarraban las carnes con torturas fatales y se los arrojaba desde aviones o helicópteros al río o al mar, intentando desaparecer los cuerpos, que no su memoria. Y nosotros, que también éramos jóvenes salíamos de tanto en tanto a un boliche bailable y no nos gustaba bailar. Pero era para conocer alguna chica distinta a las hermanas de nuestros amigos que gustaban ellas como nosotros, de aventuras dibujadas e impresas en historietas nacionales.
Yo dibujaba mucho por entonces y leíamos juntos, compartiendo. Un día apareció un aviso, enseñaban clases los dibujantes. Rápidamente lo decidimos: Horacio y yo nos anotamos para hacerlo. El entonces presidente de la A.D.A. (Asociación de dibujantes de la Argentina), Leandro Sesarego estaba al frente del mismo, y eso era toda una garantía. Y prometían la presencia de Lucho Olivera, lo que era para mí como lo sería poder dialogar con Miguel Ángel, para un artista plástico.
De ese curso ya hablé antes en este blog y lo seguiré haciendo porque hay aún cosas para contar. La seguimos… 
¿O será otra vez un tiempo perdido?

Felipe R. Ávila