En el número inicial de la revista digital "Sonaste Maneco" (la extraordinaria producción para internet del grupo "La bañadera del Cómic"), se le dedica una importante cantidad de espacio a la obra casi desconocida que realizara en la década del sesenta Héctor G. Oesterheld en Chile. La nota va firmada por Hernán Ostuni. De esa notable información que recomiendo leer, he notado que un escritor chileno reproduce una entrevista a Oesterheld que él le hiciera (son varias charlas en realidad) en forma de diálogos entremezclados con sus pensamientos de lo que se dice, porque son mas que transcripciones recuerdos de este escritor (ya fallecido en el año 2003). Esas charlas con Oesterheld que él reproduce, me lleva a calificarlas de verdadera usina creativa y se dieron por lo que se lee, como una especie de "seminario" pero de a dos, diálogos concretados en aquellos años 1969,70 cuando este escritor (Carlos Antonio Cornejo Campaña) iniciaba el aprendizaje de su profesión que incluiría ser un guionista de historietas.
Y nada menos que gracias a Héctor...
Rescato entonces esa entrevista que nos brinda el magnífico grupo investigador "La Bañadera...", limpiando lo que está alrededor de la anécdota, pero indicando por supuesto-y recomendando-la lectura del artículo original escrito por el grupo en su revista virtual "Sonaste Maneco".
Espero que les resulte tan interesante como me pasó a mi al leerlo.
(Nota inicial: Carlos Alberto Cornejo Campaña (de ahora en más: C.C.) fue autor de cinco obras de teatro mereciendo la nominación al premio Goya en 1988 por la adaptación de "El Tunel", de Ernesto Sábato. Fue miembro del World Press Institute y también de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de España).
C.C: (...) ("Yo, en plan de joven reportero, había cruzado la cordillera y lo llamé para entrevistarlo (había hecho otro tanto con Divito,Quino, Mario Clavel y algunas figuras de teatro). Todos me citaron en su sitio de trabajo. Héctor G.
vino a mi hotel. Lector suyo desde hacía siete años,para mí, Héctor G. era el más grande guionista de historietas del habla hispana. Seamos precisos: el único merecedor de ese título. Yo hacía periodismo y escribía los textos de una tira diaria de humor desde hacía cinco años en Chile, pero el guionista de historietas, la mente detrás de varios ríos de seriales simultáneas,era él".(...) "Inventar (Oesterheld) decenas de personajes y escoger sus ilustradores fue lo de menos: impuso una profesión y un estilo, editó más revistas de las que se cuentan con los dedos, infundió respeto por la forma de expresión de dibujo y texto. Lo imaginaba como ese grabado de Doré donde al Quijote, sentado en su biblioteca, lo rodean los espectros de cien escenas... sin embargo, ese día,Héctor G. no tenía sitio de trabajo".
C.C.: ("Creí normal principiar con su Sargento Kirk, raro por ser un western sin cowboy".
Oesterheld: Sí, pero no es para tanto. Es el poema de Martín Fierro replanteado en el Oeste, el soldado desertor que se amiga con los indios. Tiene un vaquero compinche... me interesaba el ambiente...
C.C.: ¿Y El Eternauta?
Oesterheld: Partió como algo entre la novela La Guerra de los Mundos de Herbert G. Wells y el modo en que la contó Orson Welles por radio. Si los marcianos atacan, deben hacerlo donde el lector lo note... en Buenos Aires, este caso. Y no basta poner marcianitos verdes, con antenas... deben ser extraterrestes de horror como los Manos o los cascarudos. En el fondo, pensé un Robinson Crusoe, la soledad del hombre rodeado no por el mar sino por la muerte...
C.C.: ("Está escrito: se anticipó a su propia historia... Lo leo y me entra un escalofrío").
Oesterheld: Y no es un hombre solo. Este tiene su familia y sus amigos y juega a las cartas en un chalet de Vicente López ajeno a la invasión que se viene encima. Queda más consistente, ¿no?
C.C.: ("Busqué en la memoria una serie boscosa: Ticonderoga, donde Hugo Pratt incluía mapas del Canadá")
Oesterheld: Bueno, de chico leí El último de los Mohicanos de Fenimore Cooper. Es un homenaje, ¿no?...
C.C.: ¿Y la forma en que cuenta las historias... el narrador está dentro de la acción para que sepamos que es "su versión" y no una realidad lo que oímos.
Eso no pasa en Superman, Batman, ni Dick Tracy...(dije. Él puntualizó):
Oesterheld: Cierto... es un truco que inventó Conan Doyle. Nunca conocemos a Sherlock Holmes ¿recuerda? Es más sugestivo que el Dr. Watson, con poca imaginación y mucho asombro, nos ponga al tanto. Hay mayor intriga si en un trozo el narrador entiende sólo a medias lo que pasa. Se ha hecho mucho, pero funciona ...
C.C: Quise subrayar lo original de "Black Poppy", la historia de un bombardero y su tripulación dibujada a dos manos por Solano y Schiaffino.
Oesterheld: Hubo una película sobre la historia de un barco, desde que sale de los astilleros hasta que lo hunde un submarino... esto era parecido pero en el aire ...
C.C.: "Si lo viera ahora, le diría que el mismo cambio de elemento resurgió en el cine en los años 90: La historia de un bombardero veinticinco años después que el suyo, pero más propagandístico, menos entrañable, que se llamó Memphis Belle. La conversación pudo seguir con cada ficción que Héctor G. inventó y mantuvo. Si las hubiese nombrado una por una, como una guía de teléfonos al día, creo que una por una las habría degradado, con un suspiro, una clave, alzando sus hombros de camisa gris, "no eran para tanto". Empecé a mosquearme. Había viajado a establecer que era el mejor en su género, pionero de una carrera narrativo-industrial desconocida en América Latina (un guionista profesional y no un dibujante-guionista)... ¡y él no me Dejaba!").
Mas adelante C.C. cuenta como escribió él una historieta de guerra junto al dibujante Vivanco donde los héroes (dos hermanos) intecambiaban roles para confundir al enemigo, con el sacrificio de uno de ellos.
Oesterheld: Y bueno, usaron el gambito más arduo, ¿no? "El vuelco de Sydney Carton" es siempre enredado.
C.C.: ("¿Sydney Carton? El nombre era familiar pero ¿de dónde?")
Oesterheld: Es el héroe de Historia de dos ciudades, de Charles Dickens. Va a la guillotina en lugar de otro. ¿No vio la película con Ronald Colman?
C.C.: ("La habían estrenado seis años antes que yo naciera... y él la tenía tabulada").
C.C.: ("En 1965, Héctor G. aún confiaba en reflotar la Editorial Frontera").
Oesterheld: Nos comió el éxito. Se nos fueron las estrellas, seguimos con los ayudantes, hubo problemas de distribución..."
C.C.: ("Me iba a contar otro elemento de la caída, pero lo calló. La posibilidad de publicar en Chile quedó en el aire").
Para leer la nota completa:
Hernán Ostuni: "Héctor Germán Oesterheld en Chile: Aventuras tras la Cordillera", Sonaste Maneco Nº 1,Julio-Septiembre de 2004.
http://www.labanacomic.com.ar/maneco.htm
http://www.labanacomic.com.ar/anteriores.htm