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miércoles, 22 de julio de 2009

☼ La historia del papel: necesidad e imaginación


Hubo una NECESIDAD.
Hizo falta de mucha
IMAGINACIÓN
para crear un soporte
resistente, móvil, fácil
de producir, donde se
pudiera dibujar...




El perfume del follaje húmedo penetra los sentidos. Llovió toda la noche hasta el amanecer, una llovizna fresca que dio brillo a los colores. La selva nunca está en silencio. Cuando los pájaros vuelven a cantar, el murmullo de las miles de gotitas de lluvia que siguen cayendo del borde de las hojas acompasa el momento. La luz penetra por entre hendijas de nubes y poco a poco comienza el día normal. Faltan años, tal vez siglos, para que el conquistador llegue a estas tierras. Entre su bagaje vendrá el libro. Incunables hechos con hojas de papel.

También traerá rollos de pergaminos, una herencia que a España le viniera de Oriente. Pero, ¿cuál es el origen cierto del papel, qué comunidad antigua tuvo la necesidad y la imaginación para crearlo? Para este aborigen americano que se ha despertado después de una noche de lluvia, todo es normal y parte de lo cotidiano. Comienza el día y cada sector de la población tiene tareas rutinarias por cumplir. Es altamente probable que los encargados de fabricar el papel pertenecieran a la clase sacerdotal, si no fueran acaso ellos mismos sacerdotes. Pues este rol, junto al de escriba (en sociedades como la egipcia antigua) estaba imbuido de poder: el de la palabra que se transmite a partir de la representación gráfica. Tanto esta (por medio de ideogramas, pictogramas, jeroglíficos, etcétera) como la tradición oral (ésta sí al alcance del pueblo), conforman el perfil cultural de estos pueblos antiguos que nos ha llegado. Esos signos grabados en piedras, monumentos y edificios han resistido mejor el tiempo transcurrido por estar hechos en soportes fijos. Los soportes móviles de esos signos (utensilios de cerámica, papeles pintados, vestidos) han sufrido el desgaste lógico del tiempo más el maltrato por el uso. A ello hay que sumarle la quema de incontables códices de papel aborigen (donde se narraban los mitos e historias de estos pueblos precolombinos) por considerárselos herejes, en la época de la conquista. La palabra "papel" deriva de "papiro", nombre de una planta que por entonces crecía en abundancia a orillas del río Nilo, en Egipto. Con ella, acondicionada, se formaban hojas listas para ser dibujadas. Se cortaba el tronco en partes delgadas y a los pedacitos, intercalados y superpuestos, se los golpeaba aplastándolos para que quedaran unidos por el propio líquido que desprendían. Se unían luego diversas hojas con una mezcla de harina, agua y otros elementos, hasta formar una larga tira que se enrollaba, de aproximadamente seis metros de largo por 20 cm. de ancho.

Otro soporte que era muy usado en Oriente, fue la corteza de palmera, secada y lustrada con aceite, para escribir en ella. Cerca del 3000 a. C. En China se dibujaba con tinta, usando palitos de caña de bambú y pinceles de pelo de camello sobre un soporte de seda. Se atribuye al chino T'sai Lun (105 d.C.) la creación del papel casi tal cual como hoy lo conocemos. Ante el elevado costo de la seda, utilizó los deshechos de algodón, desmenuzó cortezas de plantas y las mezcló con agua. Coladas, prensadas y puestas a secar, obtuvo papel. En el Turkestán fueron hallados alrededor de 15.000 rollos de papel, totalmente manuscritos, que se conservan en el Museo Británico de Londres y en la Biblioteca Nacional de París. Pero volvamos al aborigen del comienzo. Los pueblos de la zona que hoy conocemos por México, Honduras y Guatemala, varios años antes de Cristo y durante esta Era hasta la llegada misma del español, también fabricaban papel. Un papel sobre el que dejaban su impronta. Los antiguos pueblos de la cultura conocida como Maya-Quiché llamaban "Copó" (mechón de cáñamo) a la planta de la que extraían la corteza, la que aplastada y macerada era mezclada con una sustancia gomosa como aglutinante.(Copal: resina de un árbol tropical). Con ellos lograban hojas de papel, las que dobladas formaban los códices o primitivos libros. Si el aborigen de nuestro relato fuera en cambio Mixteca (de la zona actual de Puebla, México), el rollo sería de papel "Amatl", de corteza de higuera. Los Nahoas (pueblos anteriores a los Aztecas), usaba las plantas de "Maguey" para cubrir todas sus necesidades (vivienda, protección, utensilios) y de las hojas carnosas de las plantas extraían finísimas hojas para escribir y dibujar, para expresarse, para dejar constancia de su tradición y de su entorno.


Hoy podemos entender algo de su mundo porque lo dejaron expresado con visión de futuro: para quienes lo leyeran.
Para los que intentaran entender.
Había una necesidad. Hizo falta imaginación para encontrar un soporte móvil y liviano, apto para escribir y duro para resistir:
es que en su duración iba parte de la realidad de una cultura.
Ese aborigen del comienzo, ficticio pero real, fabricante del posiblemente más antiguo papel artesanal del planeta,
se duerme con los suyos, hasta el otro día. Un día que quizás amanezca sin lluvias, con un aroma a maíz en la cocción y un griterío de chicos que juegan como los de hoy, sin preocuparse por el destino de su nación.


Felipe R. Avila


Primera publicación: revista Bancarios del Provincia Nº 570, febrero 1995. Segunda: Página web rebrote, año 2003 al 2005-Tercera: suplemento de revista Cine Portátil Nº2, septiembre de 2006. Ver en: http://rebrote.blogspot.com/2007/05/libro.html Cuarta publicación: en este blog que estás leyendo.

2 comentarios:

  1. Te sigo diciendo, me gustan los temas que tratás. Bárbaro este informe. Un abrazo!

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  2. Un chiho????
    Pero como?
    No fueron los yanquis??

    Interesantísimo.

    Muy pero muy buena la introducción de la nota.
    Me gustó la frase "Faltan años, tal vez siglos, para que el conquistador llegue a estas tierras. Entre su bagaje vendrá el libro. Incunables hechos con hojas de papel"
    Muy novelezca.

    Un abrazo!

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