
"Un curso muy completo. Lo dictará la Asociación de Dibujantes de la Argentina y tiene el respaldo de muy conocidos y famosos profesionales como Lucho Olivera, Eugenio Zoppi, Leandro Sesarego,Cilencio y Juan Freijomil".
Así comenzaba el texto de un aviso disfrazado de nota aparecido en la revista P.A.P. (publicación para adolescentes comandada por el expedicionario y aventurero Andy Pruna).
Pero yo no vi esta nota hasta tiempo después,y ya siendo alumno del curso.
Lo que yo vi entonces, y me partió la cabeza,literalmente, fue el aviso que se reproduce a la izquierda de la nota y que apareció en solitario en las revistas de Ediciones Record de entonces. Me resultó tan impactante ("esto es para mí",pensaba) que no dejé en paz un minuto a mi familia hasta que una compasiva tía me dio el dinero para que me anotara en el mismo. Allí partimos con mi gran amigo Horacio Batlle a estudiar dibujo e historieta en ese lejano año de 1979. Teníamos 17, casi 18 años, habíamos terminado recién la escuela secundaria y pasábamos las horas entre mates, guitarreadas y filmando cortometrajes animados en Super 8 o haciendo historietas aunque en una forma amateur por supuesto. El curso nos cambiaba la vida,literalmente, pensábamos. Un año después,en marzo de 1980, si que nos cambió. Yo tuve que posponer estos estudios,y cualquier dibujo o cortometraje porque la Patria me llamaba a cumplir con el servicio militar obligatorio, y eso duró ¡14 meses!. Pero esa es otra historia. 
El primer curso.
El aviso atrajo como moscas a muchos jóvenes y no tanto. Parecía un éxito. Pero la A.D.A. de entonces estaba como en beligerancia, y sus miembros cambiaban, así como cambiaban en consecuencia directa los profesores de los cursos. Por tener mucho trabajo personal o simplemente por desavenencias entre ellos, la cuestión es que los alumnos veíamos cambios muy seguido y eso conspiraba lógicamente, con la pedagogía. Pero estaba al mando del curso Leandro Sesarego y se encargaba de darnos unas clases de dibujo apasionantes. Como profesor,Leandro era una maravilla y también como persona; un tipo lleno de anécdotas que hacían muy amenas las clases. Anécdotas que habitualmente continuaban al salir en largas charlas incluso hasta el pie de los colectivos que cada uno tomaba para marcharse de allí. Recuerdo charlas con Leandro Sesarego, con Manuel Cativa... con Linton no tanto. Él era un escritor apasionado por lo suyo y nos daba clases de guión.Pero mas bien eran clases de historia del cine... mudo. Y en ese momento nos aburría. Además había un par de alumnos más grandes, de mayor edad, y Linton se enganchaba a hablar especialmente con ellos lo que nos dejaba a los demás con el recurso -genuino- de burlarnos de él haciéndole variadas caricaturas que nunca llegó a ver. Recuerdo a Esteban Larucchia-luego asiduo colaborador del primer fanzine,"Crash"- como compañero nuestro. Larucchia, arquitecto hoy, y mas grande,charlando toda la hora sobre las colecciones de historietas que poseía y recuerdo como los ojos de Linton se redondeaban de asombro. En esos años pocos tenían material de EEUU como no hubieran viajado a conseguirlo, no había librerías que lo importaran salvo una que en esos años se instaló (y da para otra nota posterior), hablo de la famosa y hoy mítica librería "Documenta" que nos proveía de libros y revistas dándonos la posibilidad de pagarlos en cuotas fijas e iguales. Una genialidad y una rareza de entonces, época de militares golpistas en el poder, de inflación por las nubes y de toda clase de falta de garantías. Y sin embargo...Documenta te daba cuotas. Y te llevabas lo que querías de Arte, Diseño o historieta. Creo que el dueño se llamaba Aquiles.
El segundo curso.
Lucho Olivera se fue muy rápido y lo que él daba, técnica de la historieta, pasó a darlo Enrique Cristóbal. ¡Qué gran profe fue Enrique, cómo lo recordamos siempre!. Un maestro en serio. Lamento tanto no tener ni una foto con él, y eso que años después nos encontramos a charlar, le llevé mis carpetas de trabajos, las primeras cosas que me publicaban, unas ilustraciones, algún premio.
"Vas a ver: dentro de un tiempo, no mucho, vas a ver como nada de esto,que está muy bien, pero nada de esto, lo vas a tener en la carpeta. Van a ser otras cosas, distintas y mejores.Porque siempre se mejora, pasa el tiempo y vas a tener más trabajos, mas publicaciones y vas a ser mas dibujante", me dijo con una sonrisa y con esa voz ronca y gruesa, aquella última vez que charlamos allá por 1987...
Enrique Cristóbal nos dejó muchas enseñanzas: como centrar la página visualmente direccionando la vista del lector al centro para que no se disperse su atención, por ejemplo. O aquella vez que nos habló de la secuencia. O esa otra en que nos dio un texto y tuvimos que llevarle la resolución, dibujando cada uno con nuestro incipiente estilo, para terminar la página. O aquella vez que nos dijo: "Hoy vamos a hablar de la habitación desordenada". Y nos dio una clase magistral de composiciíon en el plano. Pero eso, va en otra nota de este mismo blog, para la sección "Confesiones de invierno", un poco más adelante.
Felipe R. Ávila
Notas:
Imagen extraída de la revista P.A.P. Nº 3, de abril de 1979.Fotografía: Manuel Cativa.En la foto, de izquierda a derecha: "Linton" Freijomil, Cilencio, Leandro Sesarego, Eugenio Zoppi y Lucho Olivera.
Recorte de diarios y revistas, nota del blog Nº 13.
Fotografiando a los artistas, nota Nº 4 de este blog.
PRÓXIMA NOTA (21/03/2011):
“Fotografiando a los artistas” (nota Nº 5): José Massaroli, Sergio Mulko y todos los participantes del "Estudio Géminis".