LA GRÁFICA:Una doble página central todavía más audaz que las anteriores en el planteo, mostrándonos a un grupo de criollos a caballo atacando a los invasores. Pero mostrados de frente, tan de frente que parecieran estar viniéndose hacia nosotros los caballos dibujados por Roume, al límite de sus fuerzas galopando y sin embargo atacando igual. Es notable como el artista con solamente cuatro o cinco jinetes nos puede demostrar todo el valor y brío puestos en aquella defensa histórica de ese rincón de la Patria. Como en la doble página anterior, en esta también hay un faltante en el centro, en el
sitio donde estaban los ganchos que abrochaban la revista. Imaginemos
lo que falta, incluído ese viril grito de "¡Viva la Patria!" que aparece tapado casi totalmente. Como siempre en Roume, tanto las expresiones faciales como las que denotan los cuerpos en pugna, están realizadas con todo el dinamismo y la reciedumbre que el guión le marcara y que las circunstancias asi lo requieren.
EL GUIÓN:Las palabras de triunfo, de victoria patriota nos llegan pausadas. Oesterheld nos dice,desde el texto:
"Las fuerzas argentinas atacan decididas e imprudentes. Pero con la suerte de los valientes. Casi a la primera descarga...el capitán Sheperd y algunos soldados quedan fuera de combate".
Y más adelante:
"¡Casildo!¡Avisale a Olivera que nosotros los aventajaremos, que no llegarán al río". "Casildo no obedece. Desmonta, saca eslabón y yesca". Se retoma aquí el personaje del joven rebelde, audaz y valeroso, de nobleza pura y valor casi irracional. Pareciera que son arquetipos, estos que impone desde el guión un Oesterheld sensibilizado por la injusticia de muchos hechos de la historia real del país. Arquetipos como el del tornero Franco del eternauta, el "Ovni" González de Marvo Luna, o los pibes astronautas de Rul o los de las figuritas Platos Voladores al Ataque. O esos pibes de "Patria Vieja"...capaces todos ellos del heroísmo en estado puro, de una gratitud a la Patria en consonancia con héroes reales de carne y hueso como el tambor que batieran en Tacuarí. Como este mismo Casildo, una ficción para un joven-niño que fuera real, como tantos otros muy real, heroico hasta el sacrificio. Y todo en unas historietas sobre nuestra historia.
Felipe R. Ávila
Nota: Estas páginas presentadas más arriba corresponden al episodio cuarto que apareció en la revista Patoruzito ESCOLAR N°4,del año 1971.
La Patoruzito Escolar, cuánto tiempo salió? Qué otros historietistas tuvo entre sus páginas? Me entró curiosidad por esa revista.
ResponderEliminarDuró poco, creo que no pasó de estos cinco primeros números,pero dame un tiempo y lo confirmamos.Te escribo a tu mail.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTremendo laburo Felipe!!!
ResponderEliminarMe encanta ver estos descubrimientos tuyos!!
Un abrazo!!
Marcelo
Coincido absolutamente conque la ilustración central tiene una fuerza expresiva demoledora. Me atrevo a decir, un estudio de la figura humana y animal (notables los caballos también)excepcional. Una verdadera obra de arte que además, y como bien decís, "se te viene encima". Un nuevo hito en tu hallazgo de perlas, Feli.
ResponderEliminarAbrazo!